lunes, 25 de febrero de 2013

” ¡MAS MADERA……!”

¡”Más madera,… es la guerra”! es la célebre frase  pronunciada por Groucho Marx en la delirante película Los hermanos Marx en el Oeste, de 1940. La escena que da pie a la misma, hace referencia al progresivo desguace de todos los vagones de un tren, para alimentar la caldera de vapor de una enloquecida locomotora a  toda velocidad por las llanuras del Oste americano.
Han pasado más de doscientos años desde  las aventuras de los tipos duros y canallescos del Oeste. Allí, los cuatreros, tahúres y ventajistas imponían la ley del revólver sembrando el miedo, y  poniendo  a prueba la audacia del Sheriff. Trasladando estos acontecimientos del lejano “Far West” a la época actual, parece que estamos como en ese pasado  siglo XIX. Los maquinistas que dirigen  la locomotora de éste país (políticos, empresarios y banqueros), en su afán descontrolado  de ambición y codicia,  han convertido la nación en un solar de forajidos. El sheriff no deja de dar trabajo al juez. Los jueces, por mandato constitucional son los que tienen que  tienen la labor de “limpieza” y enfrentarse a estos chupópteros y corruptos dirigentes,  incapaces de manejar la desbocada locomotora. Jueces y Fiscales han tenido que solicitar refuerzos para detener este tren de despropósitos y restablecer el orden social perturbado. Hoy, la corrupción no abarca uno, ni dos ni tres, sino decenas de casos. Se ha convertido en una epidemia nacional. Ante esta situación, más parecida a los  asaltantes de diligencias, podríamos decir, parodiando a  los hermanos Marx: “¡Más jueces…es el Oeste,…es la corrupción!”.  Esta locomotora, sin límite de voracidad está dejando nuestra honra por los suelos de Europa. Los casos de corrupción no cesan de aflorar y no parecen tener fin. Nunca, en España, excepto en los tiempos de la guerra civil  se había vivido en un clima de tanta anormalidad y desafuero  político.  El origen de este panorama, está en el comportamiento inusual e insolidario de la clase gobernante, poco preparada, tanto de derechas como de izquierdas. La clase política, la empresarial y la financiera, ante lo que se les ha venido encima y la incapacidad de encontrar el rumbo adecuado para hacer frente a un crisis descomunal, han optado por el ¡sálvese quien pueda! y echar mano al flotador de la  caja, convirtiendo nuestro suelo en un estercolero.
¿Qué pasaba en tiempos atrás? Había casos como los de ahora? Haciendo historia, en la época del régimen franquista, había mucha censura y poca libertad. Los medios de información, perfectamente filtrados, eran la radio y la prensa. La televisión (años cincuenta) estaba al caer y se la esperaba con la canción: “¡La televisión, pronto llegará, yo cantaré y tu me verás!”. Hubo un sagaz periodista, Eugenio Suárez, que conociendo la innata curiosidad  y morbosidad del ser humano ante la tragedia y adversidades ajenas, fundó en 1952 un semanario de sucesos llamado El Caso, en donde se recogían los dramas y hechos trágicos de la vida, como crímenes, estafas y timos, nacidos de la perversidad y de la violencia del ser humano. Este periodista y la reportera de sucesos Margarita Landi, (que fumaba en pipa) viendo que el matar es tan antiguo como el hombre ( Cain y Abel) y que el crimen se vendía muy bien en una sociedad con escasa información  y distracción, decidieran aprovechar el filón de los acontecimientos más dramáticos y truculentos de la sociedad. El Caso, se leía con fruición, principalmente por la clase media-baja de la sociedad. La sociedad más refinada, consideraba de mal gusto asomarse a las páginas de estas crónicas negras que mostraban la cara más miserable de la vida. En las ciudades y grandes poblaciones, se decía que El Caso solo lo leían las porteras (hoy conserjes) de las fincas urbanas, que una vez empapadas de  los sucesos luctuosos lo cotilleaban a aquello vecinos que su sensibilidad no les permitía leer semejante basura. Volviendo a la actualidad, hoy tenemos basura reciclada en forma de corrupción cuya pestilencia esta presente en nuestro entorno. Con el tiempo y la agudeza de los periodistas de hoy, es muy posible que en adelante y para testimonio de la historia se saquen estas basuras a la luz pública, no en forma de semanario, sino en formato de enciclopedia. Hoy, estos casos los tenemos hasta en la sopa. El día de mañana, los tendremos en las bibliotecas.

jueves, 7 de febrero de 2013

HA MUERTO EL CORONEL GASPAR CRUAÑES


El día 9 de Octubre de 2012, falleció en Valencia, el Coronel de Ingenieros Gaspar Cruañes Pastor. Nació en Jávea el 13 de febrero de 1935, y era hijo de Gaspar Cruañes Bas y de Josefa Pastor Arlandis. Este javiense, ingresó en la década de 1950, en la Academia General Militar de Zaragoza y después de culminar los cuatro años de carrera obtuvo el despacho de teniente del arma de Ingenieros. Después de ocupar algunos destinos, se incorporó al Regimiento de Zapadores de Valencia,  en donde transcurrió toda su carrera profesional hasta alcanzar la graduación de coronel, con el que se retiró al cumplir la edad reglamentaria. La vida de Gaspar Cruañes tiene la especial singularidad de haber estado ligado a la vida militar del rey de España Don Juan Carlos de Borbón, por la circunstancia que explicaré. En el aspecto profesional, tuvo una destacada intervención en la catástrofe de la presa de Tous de 1982, que contaré.

La vinculación personal con la vida de Don Juan Carlos de Borbón, se produjo en la Academia General Militar de Zaragoza, en el inicio de la carrera militar de ambos y tuvo su origen en la ceremonia inaugural del curso. Sobre éste acto castrense publiqué en 1998 un artículo en la revista de las fiestas de Nª. Sª. de Loreto de Aduanas del Mar, titulada El rey de España en la vida de dos javienses. Este acto consiste en que los caballeros-cadetes recién ingresados (novatos) son presentados, en el patio de armas, a los cadetes de 2º curso (veteranos). Situados en formación militar, unos frente a otros y al toque del cornetín de órdenes,  el alumno cadete de 2º avanza unos pasos al frente, y lo propio hace el alumno novato, y estando ambos frente a frente, el veterano hace entrega al recién ingresado de un sable (símbolo del mando) y abrazándole le desea éxito en la recién iniciada carrera. El cadete veterano se convierte, en la jerga militar, en el “padre” o “padre de sable” del cadete novato, tomando la responsabilidad moral de ser su padrino, consejero y protector y, por el contrario, el nuevo cadete adquiere la condición de “hijo”, dispuesto a recibir sus orientaciones y experiencias. Este acontecimiento crea un vínculo “paterno-filial” entre ambos que dura para siempre. Hecha esta explicación, por un azar del destino, el resultado quedó así: Gaspar Cruañes fue “padre” del futuro Rey de España, y al año siguiente, la casualidad quiso que el caballero cadete de 2º o veterano Don Juan Carlos de Borbón, fuera “padre” de otro javiense, Cayo López Loret, que también se retiró hace unos años con la graduación de coronel de Estado Mayor de Infantería. Queda claro?.

En cuanto a la trayectoria profesional de Gaspar Cruañes, hay que destacar la importante colaboración del mismo, al frente de su unidad militar, en la catástrofe de la presa de Tous ocurrida el 20 de octubre de 1982. Las intensas lluvias de ese mes aumentaron considerablemente el caudal del río Júcar, y la presa  al no poder soportar la creciente subida y presión de las aguas, provocaron su desmoronamiento y destrucción. Las aguas, desbordadas y sin control ni impedimento, fueron  arrasando y devastando todo lo que encontraban a su paso, anegando e inundando campos, viviendas, negocios y empresas, de muchas poblaciones como Alcira, Carcagente, Sumacárcel, Agemesí…etc. causando el caos y la desolación. El Rey y el Presidente del Gobierno, Leopoldo Calvo Sotelo visitaron las poblaciones más afectadas y ante la magnitud de la tragedia y gravedad de la situación pusieron a disposición de Valencia las tropas del Ejército, para que colaborando con las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, Cruz Roja, Guardia Civil, Protección civil,…etc. realizaran las labores de ayuda, y rescate de las victimas. De Valencia, se desplazó al lugar de la catástrofe, concretamente a Carcagente, un contingente de soldados del Regimiento de Ingenieros bajo el mando del entonces comandante Gaspar Cruañes, el cual dirigió y coordinó las labores humanitarias de  salvamento, rescate, y aprovisionamiento de la población. He tenido la satisfacción,  de conocer y cultivar una buena amistad con  ambos protagonistas de esta historia.  Quiero decir por ultimo que Gaspar Cruañes Pastor, ha sido un hombre de una gran personalidad, como militar y como persona. Dotado de una gran cultura, exquisita educación y sencillez de trato, este javiense, que ha gozado de la amistad y confianza de su “padre”, el Rey de España, merece que le dedique este sencillo recuerdo. Descanse en paz este ilustre militar de Jávea.

  
 

                                      Vicente Catalá Bover
                                       Octubre 2012

PAJAROS Y PAJARITOS


Es curioso que siendo los pájaros animales inocentes, dóciles y de compañía (cuando están enjaulados), a veces inspiran expresiones de desprecio hacia determinadas conductas humanas. Así, cuando se dice de alguna persona “es un pájaro de cuenta”, o “eixe está fet un pardal”, que define a quienes debe  tratarse con cautela y desconfianza, estamos calificando la conducta irregular de los que no cumplen en familia o en sociedad. La frase “menudo pájaro” está en contradicción con el concepto favorable que tenemos de éstas pequeñas y entrañables aves.  Al emplear estos términos despectivos de los pájaros para atribuirlos a comportamientos humanos no cabe duda que nos estamos refiriendo a los pájaros de mal agüero como pueden los buitres y cuervos, animales voraces que se alimentan de carroñas, lagartos y serpientes. Buitres y cuervos son pájaros que nos transmiten la imagen de animales desaprensivos y crueles que se aprovechan de la confianza y descuido de los demás animales, para sacar provecho propio.  ¿No les suena ésto a banqueros? Descendiendo a la selva o sociedad humana, también existen estos pajarracos que cuando han necesitado financiación de las instituciones estatales han sido rescatados de sus dificultades, y éstos sin embargo no han tenido comprensión ni compasión para ayudar a las apuradas y desesperadas familias cuando por no poder cumplir con el banco, se les ha privado del derecho constitucional y sagrado de la vivienda, y  puestos en la calle. Afortunadamente, la clase política, que está para lograr el bien común, está poniendo solución a esta situación.

De  de los malos pájaros, pasemos a los pájaros buenos. Unos nos deleitan el oído con sus trinos y otros nos dan gusto al estómago  al comerlos fritos acompañados de una cerveza o un vaso de vino. Esta práctica ha desaparecido de nuestro entorno social.  

En Jávea, pueblo agrícola, y dentro de la cultura rural de la misma, ha existido mucha afición entre grandes y mayores en la captura de pajarillos, bien  para oírlos en cautividad o bien para la sartén. Había varios procedimientos para la caza de éstos animalillos. Estaba el sistema de “parar la tela”, que consistía en poner en el campo y alrededor de un “aveador” o balsita de agua, una red articulada con unas cañas, que al ser  estirada por un  cordel oculto tras unas ramas o escondrijo, se abatía sobre el pájaro que acudía a beber, y quedaba atrapado. Otro tipo de caza era el “enviscar” y consistía en impregnar de “envisc”, una sustancia pegajosa, en  unos palitos de esparto verde, que se clavaban en la tierra junto a las charcas del río, y el pájaro al ir a beber y tomar contacto sus alas con el “envisc” les imposibilitaba emprender el vuelo.  Conocido era también el procedimiento de “L´ençesa”, un método de captura  que se practicaba por la noche. Aquí, el “envisc” se colocaba en las ramas de los árboles frondosos y tupidos, como los naranjos, y por la noche, los cazadores provistos de  carbureros para iluminarse, sorprendían a los dormidos pájaros y  los apresaban de las mismas ramas. Finalmente había otro medio de caza y era conocido como “el parany”. En éste tipo de trampa, se utilizaba también la sustancia viscosa del “envisc”, que se colocaba  alrededor de las ramas de árboles grandes, a los que previamente se les desmochaba y aclaraba la parte superior. En la base y alrededor del tronco se colocaba una lona o red para cobrar las piezas caídas de las ramas. Este sistema no estaba muy extendido en esta villa, y, si lo era practicado en Benissa y en  algunas zonas de Castellón.

La costumbre de comer pajaritos fritos en bares y tascas, estaba extendida por casi toda España. En Galicia, por ejemplo, no han tenido la costumbre de comer pájaros fritos ni caracoles del campo.  El paladar de los gallegos está hecho para apreciar los ricos sabores de su marisco. Afortunadamente, la sociedad ha evolucionado,  percibiendo que los animales son seres sensibles y  ha encontrado en ellos compañía y comunicación. En ésta línea de protección, la legislación penal vigente (Código Penal) haciéndose eco de estos sentimientos humanos, castiga como delito los malos tratos y el abandono de animales, así como  la caza de especies protegidas.

 

                                          Vicente Catalá Bover
                                          Noviembre 2012

 

EL FIELATO


El Fielato era una oficina municipal que se encargaba de supervisar el tráfico de mercancías entre municipios, y su función era cobrar los impuestos sobre algunos artículos de uso y consumo alimenticio. Este impuesto, obligatorio en toda España, se creó a mediados del siglo XIX y estuvo vigente hasta los años 60. El servicio de recaudación de dicho impuesto no lo desempeñaba directamente el ayuntamiento, sino que éste mediante concurso público, adjudicaba la gestión al mejor postor. El vecino del pueblo que siempre concursaba para ocuparse de la cobranza del impuesto era Vicente Marzal, “L´anguerino”, que desempeñó durante muchos años el cargo. El Fielato, obligatoriamente tenía que estar situado en la entrada de las ciudades y pueblos, para el control de los productos sometidos al pago del impuesto, y sus empleados eran conocidos como “los consumeros”. En cuanto al emplazamiento del Fielato, hay que tener en cuenta que desde 1306  hasta 1873 Jávea  estuvo rodeada de murallas para defensa de la población, y disponía de cuatro puertas, a saber: al Norte estaba el portal Nou; al Sur el portal del Clot o San Jaime; al Este, la puerta del Mar, y al Oeste, el portal de la Ferrería o de S. Vicente, que constituía la única entrada y salida oficial de la población. En ese lugar convergían  dos carreteras de acceso y salida del pueblo: la de Gata de Gorgos y la de Denia por Jesús Pobre. La carretera de Denia por el puerto del cabo de San  Antonio se construyó años más tarde. Así pues, el  Fielato se estableció  en la puerta de la Ferrería o de S. Vicente, y estaba junto a la actual rotonda o glorieta de “la olivera”. En este lugar,  existía un barranco, cuya continuación es el actual “barranquet del Freginal” (recientemente cubierto). Para salvar el barranco se habían construido tres puentes; uno de los puentes era utilizado para tomar la carretera de Gata o para entrar procedente de allí. El otro puente se utilizaba para ir a Denia o volver de la misma, y el tercero, que cruzaba el barranco, era conocido como el  “pont de Juanito”, (que así se llamaba el suegro de Tena), y que conducía a la finca  de éste último, y al Colomer. El Fielato estaba pues, junto al puente de la carretera hacia Gata, al principio de la actual calle Dr. Borrull, a la derecha, según se entra. La oficina del Fielato, que controlaba la producción sujeta al impuesto de usos y consumos, era prácticamente todo aquello que procedía del trabajo de campo, es decir: cereales, aceitunas, vid, algarrobas…etc. Una vez que estas producciones entraban en la población para ser transformadas en harina, aceite y vino, se tomaba nota de la cantidad, y las mismas iban destinadas a los molinos, almazaras y “cups” (donde se apisonaba la uva), para su transformación en harina, aceite y vino. Alrededor del Fielato, en las calles S. Vicente y La fuente, había almazaras de aceite y “ cups” , uno de las cuales pertenecía a Quico Marí. En la Ronda Sur estaba la almazara de Gaspar Buigues “el cabiscol”, y en la partida Soberana estaban las de Quero y Bolufer, que también tenia otra  junto a su huerto, enclavado entre el Camí del riu Gorgos y el Camí vell de La Fontana. Una vez conseguida la transformación de los productos agrícolas, el empleado correspondiente de ésta oficina recaudatoria comprobaba la cantidad y peso de los mismos y extendía el oportuno mandamiento de pago para ser satisfecho por el agricultor obligado al pago. Cuando alguien entraba cerdos, corderos…etc., una vez sacrificados, los empleados del Fielato se encargaban de controlar el peso de la carne aprovechable para aplicar la correspondiente tarifa. El más popular en esta especialidad era un tal Cristófol, de la calle Nazareno. Entre los recuerdos que guardo del Fielato, diré que los vecinos de Jávea que viajaban a Valencia en el autobús de Venturo, para resolver cuestiones de su interés (nunca lo hacían en Alicante), al llegar a la entrada de la capital, el autobús efectuaba una parada en la Cruz Cubierta (la cruz de término municipal), en donde existía un Fielato. Subía un  “consumero” al autobús, y al grito de: ¿algo que declarar?, algunas mujeres cargadas de bultos y cestas de mimbre, abrían las mismas para declarar aquello tan deseado y codiciado en esa época de escasez, como gallinas, conejos, pichones…que traían para obsequiar a familiares y amistades. Una  vez extendido el correspondiente boletín, se pagaba, y se continuaba viaje. ¡Que tiempos de ayer, de registros de gallinas y conejos… tan diferentes a los conflictivos registros de hoy!

 

                                               Vicente Catalá Bover                     
                                                Septiembre 2012

EL NUEVO BELEN

 O el recorte del belén. La navidad es un tiempo que transforma la vida. Al llegar estas fechas, afloran en la persona, sentimientos, intenciones y sensaciones que no hemos experimentado en el resto del año. La tradición manda en las familias y en la sociedad, de tal forma que nos obliga a ser o estar felices y transmitir ese estado de ánimo al resto de la familia y a los que nos rodean. Estas vibraciones se reflejan en los mensajes de paz, amor y felicidad que se intercambian en estas fiestas. Calan de tal manera que nos creemos buenos y queremos que lo sean también los demás. Tenemos necesidad de transmitirlo a través del consabido “feliz navidad” o “felices fiestas”, rubricado con el gesto de un beso o un abrazo. Hasta hace poco, esta felicitación se completaba con las palabras “y próspero año nuevo”, pero ésta coletilla carece de contenido por razón de la crisis. Estos buenos deseos se hacían llegar por escrito, en forma de crismas, que eran unas tarjetas con ilustración navideña, generalmente con la reproducción de la cueva de Belén, ocupado por el niño Jesús , la Virgen María y San José, junto al pesebre, con el acompañamiento de la burra y el buey. Estos crismas se rellenaban todos los años, cuyos nombres y direcciones de sus destinatarios, estaban en una lista que todos los años se sacaba del cajón. A mediados de diciembre, se sacaba la lista, se rellenaban las felicitaciones con la ritual frase de felicidad y prosperidad, y se echaba al correo. La gente mayor y seria utilizaba la tarjeta de visita.  Si la familia estaba de luto no se le felicitaba. Hoy esta costumbre la desempeña el móvil y el correo electrónico.
La navidad tiene dos variantes o caras. Una que satisface el estómago a base marisco, cava y turrón y otra, que hace efectiva en el árbol de navidad y en papá Noel, que representan los esperados regalos. El único componente cristiano de la navidad es el belén, que ocupa un lugar muy distante de los anteriores.
Este año, no va a ser como siempre. Como todo el mundo sabe el actual Pontífice Benedicto XVI, ha publicado un libro titulado La infancia de Jesús, en el que entre otros temas de menor alcance intelectual y teológico ha declarado que en el nacimiento de Jesús ocurrido en un portal de Belén, solo estuvieron el Niño Dios, la Virgen María y su esposo José. En sus investigaciones no habla para nada de la presencia de la mula y el buey que daban calor y color a la entrañable escena navideña. No estaban.
Esta noticia ha llenado de sorpresa al mundo y a la cristiandad. Cuando uno está montando el belén y sacando todas las figuritas guardadas cuidadosamente en papeles envueltos dentro de las cajas, nos hemos llevado la desilusión de que nos sobran éstas dos piezas  que ya no podremos utilizar, quedando un hueco difícil de rellenar. El papa nos ha recortado el belén. El papa es la cabeza visible de la iglesia universal y, su sagrada y evangélica misión, como nos han enseñado en la escuela y en el catecismo, es la de declarar los dogmas y misterios de la fe cristiana, pero no esperábamos que S.S., en su estudios e investigaciones teológicas de alto nivel intelectual pudiera ocuparse de estos animales. El papa goza de infalibilidad cuando se pronuncia en materia de dogmas, pero afortunadamente estos modestos animales no han alcanzado tal categoría, por lo que podemos contar con ellos. Así lo han declarado los doctores de la iglesia, al interpretar que la presencia de la mula y el buey es un hecho que la tradición ha respetado y que hay que seguir respetando. Al espantar a la mula y el buey del pesebre, todos, niños y mayores nos hemos llevado una desilusión. Nos ha traumatizado más a los mayores que a los pequeños, por la sencilla razón de que nosotros teníamos asumido desde la mas tierna infancia la imagen  de éstos mansos animales en la cueva, cuya visión la  tenemos cicatrizada en los recuerdos de toda nuestra existencia. A la gente menuda, les hubiera afectado mucho cualquier modificación que hubiera afectado a los Reyes Magos, Melchor, Gaspar y Baltasar, que provenientes de Oriente se dirigieron   a Belén, en camellos cargados de regalos. En esencia estas tres figuras, representan la ilusión y la alegría de los niños esperando recibir  el regalo solicitado. Los Magos son  el motivo más importante de los niños en un belén. Esperemos que el Papa deje tranquilos a los Reyes y conserve la inocencia de los niños.