Hace unas semanas, comentaba en
éstas páginas, el rodaje que tuvo lugar en septiembre de 2010 en la Granadella , de algunas
de las secuencias de la película “The old Light if day”, de Bruce Willis, y la
comparaba en cuanto a medios y efectos especiales con la que se rodó en 1959
“El hombre de la isla” dirigida por Vicente Escrivá y protagonizada por
Francisco Rabal. Sobre ella aún contare cosas algún día.
Ahora quiero hablar de la
superproducción norteamericana “Al este de Java” (“Krakatoa, east of Java” en versión
original), cuyos exteriores se rodaron en Denia y Jávea en 1969. La película tuvo
un gran reparto, con actores de la talla como Maximilian Schell, Diane Baker, y
Rossano Brazzi, dirigida por Bernard Kowalski. Es una película de aventureros, en
busca de un tesoro, con un final de catástrofe histórica.
Haciendo un poco de historia, o
mejor de geografía, Java es una isla de Indonesia, en el sureste asiático,
entre el océano Pacifico y el océano Indico. Esa zona asiática agrupa muchas
islas, con fuerte tendencia volcánica, siendo las más importantes Sumatra y
Java. Entre éstas dos, se encuentra la pequeña isla de Krakatoa.
Descubrí el rodaje en Denia por
casualidad. Había acudido a Suministros Navales Noguera para interesarme por un
motor fuera borda, cuando observé que cerca de allí y junto a un muelle próximo,
había un numeroso grupo de personas. Me informaron que se estaba rodando una película, y la
curiosidad me llevó hasta allí. Presencié, rodeado de una multitud expectante, unas
secuencias de la película en cuestión. Había un viejo y herrumbroso barco de
carga del siglo XIX, atracado en el muelle, que lucía en sus descoloridas
amuras el nombre de “Batavia Queen” y del que descendían lentamente por una
escala, una serie de personas. Unos, eran pasajeros del buque y otros, lo
constituían unos individuos andrajosos, mal encarados y encadenados, que eran
custodiados y conducidos por un pelotón de soldados. Al terminar la sesión me
acerque a un empleado de la productora, que retiraba cables y focos, y me
comunicó que en los días siguientes el equipo se trasladaría a Javea para
proseguir la película.
El rodaje en Javea no fue como en
Denia, que lo fue en espacio abierto, a la vista de la curiosidad de la gente.
Aquí, se rodaron secuencias en el fondo del mar y en aguas del cabo de La
Nao. Ahora lo explico.
Como todo el mundo sabe el Club
Náutico de Javea se construyó en 1964, en los terrenos del muelle Norte del
puerto, frente a la bocana. En un principio el edificio social no ocupaba toda
la superficie ni la longitud sobre el firme del muelle que ahora tiene. La
parte actual que hoy ocupa la piscina, y el dique para limpieza y pintado de
fondos, se construyó años mas tarde. En esa zona, la productora de la película,
construyó una maqueta de madera a escala real, de la estructura de una cubierta
de barco, con todos los componentes asentados en la misma. Es decir, las
escotillas de acceso a las bodegas, los tambuchos para el tránsito de
tripulantes y pasajeros hacia el interior del buque, el barandillaje sobre la
borda, las cornamusas y bitas para el amarre de cabos…etc.
Una vez recreada con madera ésta
cubierta, con todos sus elementos náuticos, fue “botada” a las aguas del puerto
sobre unas boyas. Previamente, éste esqueleto o armazón fue tratado con
pinturas, para darle el efecto de la oxidación de los hierros por efecto de la
corrosión del mar.
Una vez conseguido el trucaje de
transformar la madera en hierro oxidado,
la estructura de la falsa cubierta fue remolcada por una gabarra, que tras
doblar la escollera de Levante, la situó
a 100 metros
de la cala del Tangó (playa del Pope). Una vez allí, y liberadas las boyas, el
tinglado, con ayuda de unos submarinistas y el lastre de unos “muertos” quedó
sumergido en el fondo, simulando un pecio (barco hundido), y listo para rodar
episodios en las profundidades del mar.
En ese fondo marino, los actores
especialistas y el equipo técnico filmaron las secuencias relacionadas con el
argumento de la película.
En el cabo de La Nao , se filmaron las escenas
que hacen referencia al hecho histórico de la explosión volcánica que en 1883
destruyó la mayor parte de la isla Krakatoa, con 36.000 muertos.
En las secuencias del volcán, vomitando
fuego por su cráter y el maremoto que le siguió, los efectos especiales
fueron dignos de una superproducción.
Para finalizar diré que la crítica
no la trató muy bien. Y perdió el “rumbo”.Vean un ejemplo: “Su principal
problema radica en que la aparatosidad se impone sobre la entidad de una
historia que acaba resultando un tanto dudosa. La supuesta Java está localizada en parajes mallorquines que no acaban
de resultar demasiado creíbles”
¡Vaya pérdida del rumbo!
Vicente
Catala Bover
Jamás se me hubiera ocurrido relacionar "Al este de Java" con Denia y Jávea!!. Habrá que volver a verla y fijarse bien en los paisajes.
ResponderEliminarMuy interesante, Vicente! Y además vivido en primera persona.