sábado, 13 de abril de 2013

UNA ACERTADA REELECCIÓN JUDICIAL


En el Semanal Javea nº 1498, se recoge la noticia de la renovación del cargo de Juez de Paz de la villa, que ostenta Gabriel Sapena Salines. Echando la mirada hacia atrás, y haciendo un poco de memoria,  Gabriel Sapena fue nombrado Juez de Paz por la Sala de Gobierno del Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad Valenciana (TSJCV),  el 11 de febrero de 2009, por un periodo de cuatro años, según dispone el artículo 101 de la Ley Orgánica del Poder Judicial (LOPJ). Habiéndose cumplido el plazo de los cuatro años de mandato, ésta misma Sala por Acuerdo  tomado en la sesión del día 22 de febrero de 2013 ha procedido a renovar el nombramiento del mismo por otro periodo igual.
He tenido acceso al expediente gubernativo tramitado por la citada Sala del Tribunal Superior de Justicia, y he podido constatar  que Gabriel Sapena ha tenido enfrente a tres contrincantes aspirantes al cargo, con una aportación de méritos y niveles universitarios que avalan la calidad de los presentados. Ante  esos peticionarios, los Magistrados componentes de la Sala adoptaron la resolución de nombrar a Gabriel Sapena, para el desempeño del cargo. En este nombramiento han intervenido tres factores básicos. El primero,  el arraigo en la población de Gabriel Sapena, por tratarse de una persona seria, respetada y estimada por el pueblo. El segundo, la correcta actuación del mismo en el ejercicio de la función,  y finalmente el Acuerdo del Pleno de la Corporación local de 24 de enero de 2013 en el que por unanimidad de los asistentes, según previene el articulo 101 de la LOPJ, acordó elegir, entre los  solicitantes, como Juez  de Paz titular de Jávea a Gabriel Sapena, por un nuevo mandato de cuatro más, lo que supone la reelección del mismo.
Es bueno y deseable para cualquier comunidad, que los que ostenten  la consideración de autoridad que les ha sido conferida, desempeñen sus funciones con la  dignidad, que ha caracterizado la trayectoria de Gabriel Salines, en el presente caso.
Llegados a éste punto, quiero aprovechar la ocasión para informar a los lectores,  someramente,  de la función del Juez de Paz y de sus orígenes. La figura del Juez de Paz, que ocupa el primer peldaño de la estructura judicial del Estado, fue creada por un antiguo Real Decreto de 22 de octubre de 1855, en tiempos del reinado de Isabel II de Borbón. El Juez de Paz en esa época del siglo XIX, se concibió como la persona arraigada en su  población, que haciendo uso de su hombría de bien y del sentido común intentaba la conciliación de sus vecinos en sus disputas y diferencias. Han transcurrido cerca de 160 años desde que los Jueces de Paz empezaron a ejercer de hombres buenos, y en los tiempos de ahora, con la transformación de la vida, esto servidores de la Justicia se encargan de importantes funciones que se le asignan mediante el auxilio y  la delegación judicial de los órganos superiores. La carga de trabajo que soportan y la responsabilidad derivada de la trascendencia de las actuaciones procesales de hoy, no era la que inicial y tradicionalmente se concibieron como propias para este tipo de  juzgados. Modernamente,  los Jueces de Paz ejercen funciones jurisdiccionales como miembros integrantes del poder judicial. El sistema electivo de los mismos por parte de la superioridad, ha variado profundamente. Antes de la promulgación de la Constitución de 1978, los Jueces de Paz eran elegidos entre las personas con mayor grado de conocimientos, sin intervención del Ayuntamiento. Hoy, la elección parte de la potestad discrecional de la Corporación local que tiene la facultad de examinar y valorar los méritos aportados por los aspirantes y elevar su propuesta al máximo órgano judicial   de la comunidad autónoma, quien a la vista de la información facilitada efectúa el nombramiento en la persona elegida por el por el respectivo Ayuntamiento. Hace cuatro años, tuve  la satisfacción de transmitir a través de éstas páginas mi felicitación a Gabriel Sapena por su nombramiento. Es una suerte, tanto para él como para mí, que podamos rememorar la misma la noticia cuatro años después termino, como terminé: Señoría, y sobre todo amigo, felicidades y éxitos en ésta  renovada singladura judicial.

1 comentario:

  1. Estimado Vicente:
    Estoy muy agradecido por tu escrito al Semanal sobre mi persona.Queda pendiente un próximo encuentro para estrechar tu mano y testimoniarte mi gratitud.
    Un saludo
    Gabriel Sapena
    Juez de Paz y amigo
    sapenasalines@gmail.com

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