Hace tres semanas terminaron felizmente
las fiestas en honor de la Mare de Déu de Loreto, en Aduanas, con la nota
negativa de una aislada actuación de un grupo musical, que causó indignación y
rechazo por parte del vecindario que soportó blasfemias, obscenidades y groserías de los componentes del mismo. Las
fiestas son para la alegría, regocijo y diversión. Los actos de las pasadas
fiestas patronales tienen un componente religioso, avalado con las salutaciones
del Alcalde, del Presidente de la Comisión de fiestas, del Concejal del ramo y
la del cura de la parroquia. Así lo atestiguaban las palabras de las anteriores
personas. El Alcalde decía: “Duanes de la Mar víu bolcada en el seu fervor a la
Mare de Déu de Loreto i li dedica estos díes per a agriar-li la seua protecció…”.
El Presidente de la Comisión decía: “arriba el moment…a celebrar les festes en
Honor a la Nostra Patrona la Mare de Déu de Loreto”. Y tanto el Concejal de
Fiestas como el párroco, venían a expresar el mismo sentir hacia la Patrona. Dentro
de la programación de actos, merece especial reprobación y condena, el
concierto de la noche del 30 de agosto, organizado por la peña Els Entorbats, en la Av. Jaime I, hasta
las 5,00 h., cuyo espectáculo constituyó un verdadero escándalo por los ataques,
insultos y desafíos al orden social, moral y a las buenas costumbres. Los
componentes de este grupo, venido de algún pueblo de la comarca, lo constituían
individuos desarrapados y soeces que estuvieron toda la noche, con gritos
desaforados a través de atronadores altavoces, lanzando maldiciones contra
Dios, la Virgen, varias confesiones religiosas e instituciones del Estado. A la
policía le dedicaron el claro insulto y gesto despectivo de levantar el dedo
corazón. Todo ello, coreado y aplaudido por el público asistente y seguidores
de los mismos, enardecidos y excitados por los efectos del alcohol y la droga.
Apoyaban estas consignas, un grupo de fans
llegados de pueblos de la contornada, que con sus cabezas rapadas, crestadas
y rastadas daban un carácter insolente y
bochornoso a la fiesta. Una de sus frases preferidas y repetidas con grandes
alaridos, era: “!putas al poder, que vuestros hijos ya están”, todo ello
coreado con gran griterío. El embrutecimiento general en que se había
convertido el espectáculo, se alargó más allá de las cinco de la madrugada, en
donde el ensordecedor volumen de los altavoces del equipo, hacían vibrar los
cristales de las viviendas de la vecindad, haciendo imposible el descanso. Como
los ánimos estaban calientes, y la ingesta del alcohol y estupefacientes les
pedían “guerra”, los seguidores de los rockeros, se desmelenaron y comenzaron a
partir de las seis de la mañana, a cometer desórdenes y actos vandálicos con algunos
destrozos do lo que encontraban a su paso, en las calles de Triana y en el paseo
de la Marina española, en donde varias patrullas de la Policía local, tuvieron
que intervenir para reprimir y atajar a éstos bárbaros en su incívica conducta.
Hasta aquí los hechos. Ahora viene la reflexión: ¿por qué se contrata a estos
tipos marginados de la sociedad? La explicación, en mi opinión es muy clara. La
Comisión de fiestas, tal como está actualmente estructurada, no tiene poder o
autoridad sobre la actuación de las peñas festeras. Estas, tienen libertad de
movimientos para organizar por su cuenta los espectáculos que consideren oportunos,
sin necesidad de aprobación ni de visto bueno por parte de la Comisión. No
están vinculadas a las directrices de ésta, ni reciben su apoyo económico. Lo
que ocurre es que cuando una peña organiza o contrata una actuación, lo pone en
conocimiento de la Junta de la Comisión, no para que ésta lo autorice, sino a
los únicos efectos, de que se dé por enterada y la incluya en el programa de
Fiestas. El lamentable espectáculo ofrecido por esta peña, hace “honor” a su nombre de Els Entorbats . La palabra valenciana Torbar-se, significa turbar, alterar. Y Turbar, en castellano significa alterar
el sosiego, la tranquilidad o el curso de una cosa. La deducción es que, Turbación, es el efecto de turbar. O sea,
confusión, desorden y desconcierto. La
repulsa y condena popular contra la vergonzosa actuación musical, se plasmó
mediante la exhibición de algunas pancartas, ante las fuerzas vivas, al paso de
la procesión del Santo Cristo del Mar. Me consta, que el descontento en
Aduanas, ha sido tomado en consideración por el Concejal del ramo, y habrá
reformas al respecto. Para que tengamos la fiesta en paz.
Vicente Catalá Bover
Septiembre 2013
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